
Estaba por agregar una entrada sobre alguna cuestión que, a mi exclusivo criterio, fuera de profundo contenido humano..., pero la verdad, no da el timing. Acabo de encontrar un
blog sobre un disco, y especie de diario de viaje de Rosario Bléfari.
Obviamente, decidí suspender todo y comentar algo acerca de esta Srta (esperemos que siga Srta... por lo menos para alimentar alguna fantasía adolescente de imposible cumplimiento), ex cantante del grupo
Suarez, o cantante del ex grupo
Suarez, como prefieran. Y actual solista.
Editó otros trabajos (Caras, Poemas en prosa), pero
Estaciones se lleva todos los premios.
Imposible no ponerse a cantar el coro de
Museo moviendo la cabeza al mejor estilo Wayne´s World, agitar un encendedor prendido cuando se escucha
Estaciones, o hasta ensayar un pogo frágil (con Rosario todo, todo..., pareciera estar contaminado con una encantadora sensación de fragilidad) con
Mejillas.
Muchas de las letras de Rosario son simples, muy simples, al igual que la utilización de instrumentos. Quizás, en esa simpleza, resida la genialidad de este trabajo. Quizás también, porque esa simpleza logra que uno se concentre en lo que verdaderamente importa; en lo que dice Rosario, y en cómo lo dice, un poco cantando, un poco recitando.
La última vez que la vi en vivo, fue en el 2004 en
Belleza y Felicidad. A ver cuándo vuelve a presentarse por estas latitudes.
Calificación Nandrolona: cuatro jeringas y media.